Cuando el aprendizaje lo haces ameno y divertido, con juegos y dinámicas grupales, se interioriza y se retiene mejor. A continuación comentaremos sobre los beneficios de aprender jugando para fortalecer tus habilidades sociales .
Tabla de contenidos
El juego estimula la imaginación y la creatividad
Nos ayuda a generar opciones, ponernos en diferentes situaciones y
contextos, adquirir una mayor flexibilidad y obtener recursos para
proponer soluciones a las situaciones que se nos presenten en el día
a día.
Cuando juegas te diviertes y sueles sonreír
Divertirse y sonreír tiene un efecto positivo y potenciador sobre nuestra salud física y psicológica. Esto fortalece nuestro sistema inmunológico y nuestra capacidad de estar centrados en aquello que estamos realizando. Nos facilita desconectar de aquello que nos preocupa e inquieta y alivia el estrés y la tensión física y emocional.
El juego facilita estar centrado en el momento presente
Cuando te diviertes y juegas, te olvidas de tus preocupaciones y problemas (evita y gestiona el estrés). El juego favorece que estemos atentos para aprender las normas y estar pendientes de ciertas reglas y de las situaciones que se producen durante la actividad. Todo esto nos incentiva para estar centrados en lo que estamos haciendo.
El juego nos permite desarrollar y potenciar nuestras habilidades y autoestima de forma amena y divertida
Se lleva a cabo mediante dinámicas y herramientas de autoestima y afirmación. Consiste en utilizar el juego para afirmar nuestras cualidades y habilidades y las de nuestros compañeros.
El juego nos facilita estar motivados y atentos a la hora de aprender
Cuando haces el aprendizaje ameno y divertido, la motivación por participar, llevar a cabo las propuestas y aportar tu punto de vista se incrementa considerablemente. Olvidas sentirte inferior a los demás, las comparaciones y te atreves a experimentar cambios en tu vida.
Desarrollar y potenciar las habilidades de relación con otras personas
El juego invita e incita a participar, compartir, interactuar con los integrantes del grupo (cambios de sitio, rotaciones a la hora de compartir, hacer la siguiente dinámica con un compañero con el que no hayas hablado todavía…). Todo esto aporta amplitud y flexibilidad, y permite desarrollar y potenciar las habilidades de relación. En la actualidad, tener buenas relaciones con los demás y saber comunicarse de la forma adecuada es fundamental para conseguir nuestros objetivos a nivel personal, social y laboral y disfrutar de la vida.
Practicar el expresarse en público
En las distintas situaciones que se dan durante las dinámicas y actividades que se realizan, el participante comparte su opinión ante otras personas llevando así a la práctica hablar en público cuando los demás lo están observando. Realizar esto con frecuencia, le permitirá adquirir recursos y herramientas para llevarlo a cabo con naturalidad en aquellas ocasiones que tenga que transmitir un mensaje a un grupo de personas. El juego es un buen tratamiento para superar el miedo escénico.
Fortalece las amistades
Una forma efectiva de fortalecer las amistades y crear nuevos lazos de unión es crear buenos momentos entre vosotros. Sabemos que las amistades es más que unas cuantas risas, pero que mejor manera que aportar a la relación con experiencias inolvidables, sobre todo para los más pequeños de la familia.
El aprendizaje se retiene mejor
Cuando juegas estás más receptivo, lo que facilita que el aprendizaje sea más eficaz. De esta forma también se asocia con un recuerdo positivo y se interioriza mejor. Reflexionemos sobre que el aprendizaje no tiene por qué ser una experiencia aburrida y seria. Si lo efectúas como una actividad dura y rutinaria, tu predisposición para llevarlo a cabo va a ser menor y te costará más esfuerzo realizarlo.
¿Quieres aprender más sobre los beneficios de aprender jugando como proceso de superación personal? Podemos realizarlo con un proceso de coaching. Me gustaría que dejases en comentarios tu opinión sobre este artículo. ¡No olvides suscribirte a mi blog!